Pedro Pablo Paredes
La Navidad es oportuna, como ninguna otra ocasión, para que la familia, sea poderosa o no, se reúna plenariamente. Nada más positivo que estas ocasiones navideñas. Pero, sin irnos muy lejos, el Año nuevo es lo mismo. Es la oportunidad en que la familia, sin apuro ninguno, verdadera y fervorosamente, convive. Las dos fiestas acaban de ocurrir. Las repetiremos dentro de un año exactamente.
Nunca, como en estas dos oportunidades, nos había llegado a las manos un libro más interesante, más hermoso, más incitante, más cabal, que el que acabamos de conocer. Se titula «La familia en el Táchira, Venezuela». Y se subtitula: «Un estudio psicosocial retrospectivo». Su autora es una distinguida profesora de nuestra Universidad Nacional Experimental del Táchira. La señora María Alruiz de Torres.
Como el título del libro no podía ser más incitante, y como la ocasión navideña no podía ser más apropiada para entrarle a la lectura correspondiente, lo despachamos, como suele decirse, en un dos por tres.
La primera impresión fue especial. Todo libro es incitante por una primera causa. Nos satisface, o no, según los casos la comprobación de que el autor, en verdad, autor. Sabe entrarle, a punta de reflexión y de experiencia profesional, al tema que ha elegido. Si nos demuestra que la reflexión lo es y que la experiencia también lo es, estamos hechos. El libro que nos disponemos a leer, a disfrutar, a vivir, no tendrá problema ninguno. No es otro el caso de nuestra admirada autora.
La regla es de lo más clara, y en nuestro tiempo docente activo, la repetimos hasta la fatiga. La señora Alruiz de Torres ha hecho lo mismo y este hermoso texto no es otra cosa que su testimonio de la misma experiencia. La experiencia de la cátedra. La experiencia pedagógica, perfecta en estas páginas. Unas páginas que, respecto a la teoría de la formación académica, no dejan la más mínima duda. Cuando nos hemos ejercitado suficientemente para aprender a pensar, y cuando, al fin, lo hemos logrado, lo otro nos viene de añadidura: la conquista firme del pensamiento nos concede la conquista, igualmente firme, del estilo. Somos, así, escritores.
María Alruiz de Torres nos llegó, bien armada de estas dos armas, a nuestra Unet. Es decir: a nuestro Táchira. Y, sin pensarlo dos veces, con «La familia en el Táchira» nos ha regalado el más ejemplar análisis del Táchira en cuanto a su familia típica; nos ha hecho el mejor elogio del Táchira; nos ha puesto en las manos el mejor instrumento para conocer de vista, trato y comunicación, a todo el Táchira.